Los equipos
de refrigeración requieren un mantenimiento periódico para extender su vida
útil. Seguí estos pasos:
1. Desenchufá el equipo y asegurate que
el aparato no esté recibiendo electricidad.
2. En la parte frontal del equipo
encontrás una tapa, abrila. Allí encontrarás los filtros de aire. Presioná
suavemente hacia afuera para retirarlos.
3. Enjuagá los filtros con agua tibia y
retirá con la mano el polvo atrapado. Si la suciedad es muy rebelde podrías
ayudarte con un trapo o paño de microfibra y un jabón neutro. Te recomendamos
NO utilizar productos abrasivos, cepillos de cerda dura o esponjas con acero,
dado que podrían dañar las partes.
4. Esperá que estén bien secos y volvé
a colocarlos.
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